Quizá una de las cosas que más cuesta cuando toca preparar una presentación, es el contenido. No porque no sepamos que tenemos que presentar, o que tenemos que decir, sino por como se plantea y como se presenta, pensando siempre en lo que se quiere transmitir y lo que se debe llevar la audiencia. Ya sean tres minutos, o una hora, tiene que haber una estructura clara y definida.
Si Prometes, Cumple
Una regla sencilla, Si Prometes, Cumple. Un clásico cuando hablamos distendidamente: Nos emocionamos y prometemos cosas durante una presentación, que al final nunca llegan. Cuidar los pequeños detalles es esencial. Tu audiencia es lo más importante, y hay que tener siempre presente que cada persona cuenta.