Si por ejemplo buscamos en Google la palabra feedback, obtenemos más de tres millones de resultados, con lo cual, con este artículo solo hago una breve llamada a la reflexión sobre esta maravillosa herramienta, y en su caso, a profundizar más en ella si después de leerlo despierto tu atención.
El feedback en dos líneas, es información sobre una acción o un comportamiento, por descontado, valiosísima, y con la particularidad de ser clave en el desarrollo y crecimiento tanto personal como de organizaciones, y en multitud de disciplinas.
En el tema particular de la comunicación, y en concreto a la hora de hablar en público, distingo entre dos situaciones: La primera y quizá la más obvia y clara, la de comentar el performance de un speaker al final de una alocución. Esta la dejamos aparcadita y vamos con la segunda que es quizá la que menos se tiene en cuenta, y que tiene que ver con la información que se obtiene de la audiencia durante una alocución.
Las caras, las expresiones, la mirada y la posición corporal entre otras, delatan claramente el interés, o la falta del mismo, al igual que la atención y la propia asimilación del mensaje.
Incluso puedes saber si vas muy rápido o no, tema especialmente importante en eventos internacionales con diferentes nacionalidades.
Claro que como en todo en la vida, hay limitaciones, pero aún una gran audiencia está continuamente dando feedback con risas breves, expresiones, y aplausos.
En ese buen hacer de repartir la mirada y cuidar el tono e inflexiones de la voz para conectar con la audiencia, está también la antena para recibir el feedback, y es parte de lo que yo cariñosamente predico en mis conferencias: “Mimar a la audiencia” o “Pamper the audience” como pondría el traductor.
Esa valiosísima información resulta de mucha utilidad para saber si realmente estás consiguiendo el objetivo de tu presentación, que no es ni más ni menos que transmitir tu mensaje.
Y para terminar, el ejercicio que siempre recomiendo, es simplemente ponerse en el lugar del otro a ver qué se ve. Funciona !!, es sencillo y a la vez mágico.