El gran objetivo de comunicar está en la transmisión de un determinado mensaje, y el gran reto de la comunicación es hacerlo de forma efectiva. Esto en sí puede parecer bastante obvio y simple, pero se da la circunstancia de que en muchas ocasiones no se consigue el objetivo de transmitir, y tampoco el de hacerlo de manera efectiva. Esto cobra mayor importancia y relevancia cuando por ejemplo se tiene que presentar ese proyecto en el que se ha estado trabajando tres años, y solo hay diez escasos minutos para convencer al cliente, inversor o sponsor, de que el proyecto es bueno y vale la pena considerarlo. O justamente lo contrario, cuando se tiene una idea absolutamente extraordinaria y novedosa,